Descripción
Desde el techo de Europa
SOBRE EL AUTOR:: Había nacido en Malgrat de Mar, y lo proclamaba. Arribó a Helsinki en la embocadura de los años 50. Los negocios le llevaron hasta aquellas tierras, tan lejanas y gélidas para un mediterráneo consumado como él; no tardó, empero, en percatarse de que un encaje mejor le venía brindado de la mano del periodismo. Su esquela en La Vanguardia La esquela de Ramon Garriga fue publicada el 14 de marzod e 2010 en La Vanguardia Escribía con soltura y gracia tanto el catalán como el castellano. Aunque otras lenguas no tardaron en rendírsele con agradecida facilidad, incluido, por supuesto el finés, que dominaba. De ahí que en su madurez se atreviera, dada su vertiente de traductor, a enfrentarse con el vasto poema épico Kalevala:lo vertió a su lengua materna y le valió ser reconocido su talento en la materia con el premio Serra d Or de 1998. Tenía un don de gentes envidiable, al desbordar simpatía y sociabilidad. Nada más llegar ya se hizo notar y al punto le nombraron jefe del departamento de lenguas latinas del Comité Olímpico, con ocasión de los JJ. OO. que en 1952 organizaba la capital de Finlandia. No tardó en convertirse en un personaje popular y en verdadero embajador de cuanto consideraba nuestro. En este aspecto tenía un sentido práctico y una generosidad desmedida. Sus primeras armas como periodista las desplegó en El Mundo Deportivo,no en balde había introducido el baloncesto en su pueblo, y como espectador alertado ningún deporte le resultaba ajeno. En 1956 comenzó a publicar sus crónicas en la sección de Internacional de La Vanguardia,en calidad de corresponsal en Helsinki, aunque al evidenciar la calidad de sus trabajos al punto se responsabilizó de tenernos bien informados de cuanto acaecía en los países nórdicos. También colaboró desde aquella atalaya en Televisión Española. Permaneció al frente la corresponsalía hasta 1973, cuando decidió regresar. Publicó el libro Desde el techo de Europa,una panorámica lúcida y certera de aquel mundo que conocía como pocos. El Gobierno de Finlandia le impuso la medalla de la Orden del León. Merecida la tenía. Fue él quien guió a Josep Pla en sus correrías por Helsinki, Finlandia y países vecinos; de ahí que pudiera exhibir buena y substancial información. Fue una lástima que el escritor no correspondiera como debía, y que le disfrazara su agradecimiento tras las difícilmente reconocibles siglas G. M. Tenía la cultura adquirida por el viajero curioso, atento y que se formula preguntas. Tenía otra cultura aún superior, la del lector ávido sin distinción de géneros ni temáticas. Era devorador de poesía, y memorión. Doy fe. Cuando emprendí la tarea de aunar los poemas satíricos de Sagarra, resultó un filón. Me recitó algunos, y lo hacía con intencionada malicia, casi la digna de un autor en tan difícil especialidad. Me facilitó también información ambiental y alguna que otra pista para echar el lazo a otros poemas, pues la dificultad residía en tratarse de inéditos.