Descripción

El paisaje vegetal de la Campa de Torres de Herminio S. Nava Fernández y Mª Ángeles Fernández Casado. Editorial Fundación Municipal de Cultura del Ayuntamiento de Gijón (Asturias, 2002). Edición en rústica ilustrada con fotografías a color. 47 páginas.

Cuando se observa un paisaje (en este caso el de La Campa Torres) se ven distintas tonalidades de colores, que varían según las épocas del año. Las distintas gamas de verdes —que en primavera sólo aparecen interrumpidas por algunas rocas, aparentemente desnudas, y por las pinceladas de colores de las plantas en flor— son sustituidas, ya entrado el verano, por manchas amarillentas, que marcan la presencia, en algunas zonas, de plantas agostadas, mientras florecen los brezales, que adquieren así una tonalidad rosácea. En el otoño las flores secas del brezo, que perma-necen en la planta, envolviendo al fruto, dan al conjunto un color castaño, que contrasta con el amarillo de los tojos en flor; algunas flores tardías, como las de las «quitameriendas» y los «azafranes silvestres» dan una nota de color a los céspedes, mientras los herbazales agostados parecen estar yermos. En lo más crudo del invierno desaparecen casi todas las flores, e incluso amarillean las hierbas de los prados, pero siempre permanece el aspecto parcheado del paisaje, como si estuviese hecho de remiendos. Esta disposición del paisaje se debe a la tendencia de las plantas a reunirse para formar distintas comunidades vegetales que, contra lo que pudiera parecer, no permanecen siempre en los mismos sitios, sino que frecuentemente están siendo desplázadas, las unas por las otras, en un proceso, más o menos lento, denominado «Sucesión Vegetal».